Cuando estaba a punto de comenzar mi servicio social y mis prácticas profesionales de la Uni, me emocioné tanto porque al fin me iba a enfrentar al mundo real de esta hermosa labor docente, estaba con mi hermana en casa y me dijo: “y esto es solo el inicio, aún te falta mucho por recorrer”. Ya tenía una vaga idea de lo que se trataba, cuando lo vives es diferente, haces una introspección y te preguntas: ¿soy el profesor que siempre anhelé ser?, cuando cuestioné sobre lo que soy, comencé el viaje de la mejora continua.
La
contingencia mundial que vivimos desde hace más de un año por la COVID-19 ha
cambiado la manera de percibir el ámbito educativo, toda persona que ejerce su
labor como profesor en un Instituto tuvo que desaprender para reaprender y a
adaptarse de acuerdo a las necesidades
educativas actuales. Como profesional en la Educación, mi compromiso fue
estar ahí para contribuir desde el inicio sin descansar, porque confío que el
conocimiento es lo más preciado que tenemos como raza humana; los estudiantes y
los profesores necesitan ser alentados, necesitan reconceptualizarse, estar conscientes del presente.
Algunos
siguen afirmando que la educación en línea no funciona, llámense por falta de autonomía, disciplina y autogestión, pero algunos otros, ya han
potenciado sus habilidades y les ha permitido recrearse, han llevado a cabo
nuevos y mejorados hábitos para la adquisición de conocimientos, porque de eso
se trata educar: “humanizar al alumno,
sin conducirlo a adaptarse y que acepte su realidad, sino a transformarse y
transformar al mundo”, por eso es indispensable llevarlos a un análisis
crítico de su presente, que cuestione su alrededor y accione para su formación
académica.
Los
docentes somos guías, el cual les brindaremos siempre el apoyo incondicional,
los invitaremos a pensar, y les brindaremos herramientas, utilizando distintas
estrategias de acuerdo a su estilo de ser y de aprender, pero es el sujeto, es el
que tiene el poder de decidir y a actuar; la falta de una computadora, un
celular, incluso apoyo familiar, no es suficiente para dejar de trascender. Mi
hermana tenía razón, era solo el inicio de esta mejora continua, ayudemos a transformar
mentes por esta vía llamada: educación.
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